¿Quién anda por ahí ?
¿Quién ese jirón de aire ?
Vivo en un pálpito del tiempo.
De niño odié el monocorde sonido
del tiempo en casa de mi padre,
la coral de sus relojes de pared
repitiendo la misma tonada.
A todas éstas, ¿qué se hizo el tiempo de mi padre,
su feroz relojería implacable ?
Yo envidiaba de niño el aldeano
que da la hora en el dorar de la tarde,
en el cambio de luces en el árbol.
Ahora amo el repique del reloj,
el campaneo de mis horas.
En cada una de ellas
crece el ayer, del que estoy habitado.
No todos viven la misma hora,
el mismo devenir.
La anciana que hoy dejó en mi gabinete
su reloj, el aviador que mide el tiempo
en el prontuario de sus vuelos.
El celador nocturno registra las horas
con lentitud de sueño
y con cubrir los relojes
no deja de transcurrir el tiempo.
¿Hay algo que transcurra
más que el tiempo ?